El carácter de una botarga comienza a definirse mucho antes del curado.Todo empieza con el pescado. Y no todos los peces crecen igual. Nuestra botarga de mújol gris debe su calidad al lugar donde nace y se recolecta: Mauritania. El Atlántico que da forma al sabor La costa mauritana se
Nuestra botarga de mújol gris debe su calidad al lugar donde nace y se recolecta: Mauritania.
La costa mauritana se extiende por más de 750 kilómetros a lo largo del Atlántico oriental.
La región se beneficia de uno de los sistemas de afloramiento marino más potentes del mundo: aguas frías y ricas en nutrientes emergen a la superficie, favoreciendo una vida marina abundante y diversa.
Es una de las zonas pesqueras más ricas de África Occidental.
En este entorno privilegiado, el mújol gris prospera.
Sus huevas desarrollan una textura firme y un perfil mineral complejo, gracias a la mezcla de agua salada, flujos estuarinos y una temperatura marina constante.
Estas condiciones naturales no pueden reproducirse artificialmente.
Nuestra botarga proviene de mújol salvaje, capturado por pescadores artesanales que trabajan desde Nuadibú, el corazón pesquero de Mauritania.
Aquí no hay pesca industrial.
Las embarcaciones salen al amanecer, regresan por la tarde, y la captura se maneja con rapidez y precisión.
Las huevas se extraen a mano, se lavan y se salan de inmediato para preservar su frescura y estructura natural.
En la mayoría de los países, el secado tradicional sería un desafío. En Mauritania, es una ventaja.
Baja humedad, flujo constante de aire y un sol intenso crean un entorno natural ideal para el curado.
Nuestra botarga se seca a la sombra, en espacios ventilados, donde el clima externo permite una deshidratación lenta y uniforme. Sin cámaras frigoríficas, sin secadores industriales. Solo aire, sol y tiempo.
El resultado: una textura densa pero flexible, y un sabor limpio, profundo, intensamente marino.
No importamos técnicas. Usamos lo que nos rodea.
El mar nos da las huevas. La sal proviene directamente del Atlántico. El viento y el sol hacen el resto. Incluso la cera de abeja que usamos en nuestras botargas selladas se produce localmente, por apicultores mauritanos en las zonas áridas del interior.
Esta conexión con el lugar no es un eslogan. Es la base misma de nuestro método.
No buscamos contar una historia bonita. Buscamos hacer la mejor botarga posible, con métodos reales, en un lugar real.
Y cuando la pruebas, lo entiendes: Mauritania no es solo un punto en el mapa. Es un ingrediente.
¿Listo para descubrir el sabor auténtico de la botarga? Empieza por la fuente.
En nuestra tienda online encontrarás una selección cuidada de botarga de mújol gris — sellada al vacío o con cera — elaborada en Mauritania y enviada directamente a tu cocina. Elige tu formato, selecciona el peso y descubre la profundidad de un producto moldeado por el mar, el sol y la tradición.
La buena comida comienza con buenos ingredientes. Nuestra botarga es salvaje, pura y elaborada sin concesiones. Sin atajos. Solo mar, sal y tiempo: exactamente como debe ser.
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